Confesiones
Confieso que he vivido, que he caminado este camino que antes fue mío y que ahora no se si algún día lo fue. Q ue he conocido el amor y su agonía destructora que aqueja el alma y te priva de todo. Que he visto la muerte venir a mi, la he sentido como se roba el oxígeno de mi existencia, dejándome vulnerable ante la ironía de la vida. Confieso que he sido feliz al punto de segar mis recuerdos con sabor a amargura, tan feliz que duermo entre la esperanza y la bondad de un nuevo amanecer. Q ue sueño despierto y me lleno de ilusiones. Que mi corazón parece el de un niño que no conoce el mundo real y que creo que todo lo que leo en mis libros, y cada letra es verdad en algún lugar de este mundo. Confieso que cuesta creer que el amor verdadero halla perecido por el conformismo y la rutina del modernismo, sigo creyendo en el amor que Neruda, Benedetti y Mistral relataron entre letras y suspiros. Q ue solo creo en el presente, en ese que vivimos y que muere cada segundo; es ese que fue