Fuga y muerte

Esta mañana al salir el sol, lo inesperado toco a mi puerta, al abrir me sonrió a la cara, luego me susurró al oído un «te amo» y se esfumó de inmediato; dejando solo un tenue aroma a felicidad y la sensación de realidad.
Y me quede ahí, inerte, sin querer regresar a mis adentros y con miedo de volar a la libertad; entre la frontera de lo que deseo y lo que me paraliza hasta el alma, esperando su regreso, o mi fuga y muerte ante la oscuridad.

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